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29 ago 2013

6. Nuevos alumnos


La música suena a toda voz en sus oídos y recorre cada parte de su cuerpo. Porque Alicia realmente siente la música por cada poro de su piel. Escucha una canción antigua, una de su infancia. This is me, de la película Camp Rock. Recuerda cuántas veces ha visto esa película. No las puede contar con los dedos de las manos. Y es que realmente le gustaba mucho esa película. Siempre soñó en parecerse a Demi de mayor. La canción llega al estribillo:

This is real,
this is me,
I'm exactly where I supposed to be now,
gonna let the light,
SHINE ON ME.”

Canta ella subida en la cama. De repente la puerta se abre y entra un chico de ojos verdes, pelo negro como el azabache. Puede tener unos dieciséis años. Se queda a cuadros al ver a la chica encima de su cama cantando, aunque no canta nada mal. Qué dice nada mal, lo hace muy, muy bien. Alicia no se ha dado cuenta porque suele escuchar la música con los ojos cerrados. Ella sigue cantando y cuando termina la canción abre los ojos. Al ver al chico apoyado en la puerta, mirándola con una sonrisa en la cara, se queda paralizada. El color rojo inunda su rostro. De la vergüenza pasa a la ira.

-¿¡Qué haces tú aquí?!-dice casi gritando, muy alterada. Se da cuenta de que sigue subida en la cama y salta al suelo con agilidad. Se quita los auriculares y los deja sobre la cama.-¿¡Quién eres?!-vuelve a preguntar, ya que el chico no responde, sino que sigue observándola. Que la observen fijamente la pone nerviosa, y más si es un chico tan... guapo. Ahora que se fija más detenidamente, es realmente guapo. Se vuelve a poner colorada.
-Creí que esta era mi habitación. O por lo menos eso me dijo la mujer que me recibió. Ya veo que se ha confundido, o quizá me dio a mí la habitación de mi hermana y viceversa. Aunque ahora me alegro de que se equivocara...-y suelta una carcajada.
-¿Por qué?-pregunta la chica, con cara de no entender.
-Porque así te he podido conocer y encima me has dado un concierto. Por cierto, cantas como los ángeles, nena.
-A mí no me digas nena.-dice, otra vez roja, esta vez de ira.
-¿Preciosidad? ¿Cariño? ¿Cielo? ¿Cómo te gusta?
-Alicia, me gusta Alicia.
-Mm... Así que te llamas Alicia...-dice él como procesándolo.
-Oh que bien, lo has captado. Un premio para ti.-responde Alicia sarcástica.
El chico ríe y coge la maleta que había dejado en el suelo.
-Bueno, yo me despido. Veo que no te he pillado de humor. Hasta pronto, Alicia.-dice, remarcando la palabra Alicia.
Esta suspira y observa como el chico del que no sabe el nombre, desaparece por la puerta.

***

Dani tiene un rato libre y saca su guitarra. Como no tiene compañero de cuarto, no molesta a nadie. Empieza a tocar la primera canción que se le viene a la mente: Forever young de Alphaville. Es una de sus preferidas. El tiene la misma costumbre que Alicia: cerrar los ojos cuando canta o escucha música. Así que tampoco se entera de la chica que abre la puerta de su cuarto y se queda petrificada al verlo. “Canta muy bien...”, piensa la chica. Se queda embelesada con la música. Como ha pasado hace pocos minutos en el cuarto de Alicia, Dani abre los ojos y se queda pasmado al ver a la chica.

-¿Quién se supone que eres?-le pregunta, con el ceño fruncido.
-So..soy Sara. Me han dicho que esta era mi habitación, pero creo que se han confundido. Seguramente me hayan dado el número de la habitación de Raúl...
-Ah, yo soy Dani. ¿Quién es Raúl?
-Mi...mi hermano. Somos nuevos aquí.-dice la chica. Parece muy tímida, al contrario de su hermano.
De repente la puerta se abre y aparece Raúl con la maleta a sus espaldas.
-Hola hermanita. Nos han confundido las habitaciones eh...
-Si...-responde ella.
-La tuya es la 322. Menos mal que yo memoricé tu número que si no...
-Si no yo te hubiera podido encontrar sola.-responde esta un poco molesta. Su hermano la trata como si fuera una niña pequeña, aunque solo tiene un año menos que él. Es decir, ella tiene 15.
Raúl levanta los brazos como tranquilizando a su hermana y Dani solo observa perplejo la situación. ¿Ese va a ser su compañero de habitación? Pues que suerte que ha tenido... Un momento. Ahora que lo piensa, la 322 es la de Alicia y Laumari.

-¿Así que tú has estado en la 322?
-Sí. La chica no es muy simpática. Su cara llegó a ponerse tan roja como su pelo...-dice mientras ríe.
-Alicia. -deduce Dani por lo del color del cabello.
Raúl solo asiente.
-Canta muy bien, la verdad.-admite mientras sonríe.
-Eso porque no has escuchado a Dani...-interviene Sara.
-Ah, ¿tú tambien cantas?-pregunta Raúl suponiendo que el chico que tiene delante es el tal Dani,
-Sí, somos un dúo.-responde este.
Raúl asiente mientras se toca la barbilla, como si se acariciara la barba. Se forma un silencio incómodo que Sara rompe:

-Bueno chicos, os dejo solos.-recoge la maleta del suelo.- Un placer Dani.
Y se va. Los dos chicos se miran.

-¿Me enseñas el internado?-dice Raúl.
Dani suspira y asiente. Se acabó su momento de paz.
-Claro, vamos.

***
Cuando Alicia aún no se ha repuesto de la visita de aquél chico, otra chica aparece por la puerta. También de ojos verdes, pero más oscuros que los de su hermano. Y el pelo negro, como su hermana.
-Tú debes de ser la hermana del chico que ha estado aquí hace cinco minutos, ¿no es así?-dice Alicia antes de que la chica hable. Sara asiente intimidada.- Vaya, parece que tú no eres tan habladora como tu hermano.
Sara sonríe y niega.
-Soy Sara.-le dice, y extiende la mano.
-Yo Alicia, encantada.-sonríe y extiende también su mano.
En ese momento aparece Laumari acompañada de Laura. Las dos se quedan paradas en la puerta que sigue abierta.
-Hola chicas,-saluda Alicia con la mano.- esta es Sara, nuestra nueva compañera.
Las chicas entran y saludan.
-¿Vivís las dos aquí?-pregunta Sara refiriéndose a Laura y Laumari.
-No, solo yo.-responde Laumari sonriente.- Soy Laura María, pero me dicen Laumari.
-Yo soy Laura, pero me dicen Laura. Vivo en el cuarto de al lado.
Las chicas estallan en risas. Se ve que se van a llevar muuuuy bien...

14 ago 2013

5. Una oportunidad

Después de la actuación de Alicia y Dani, se quedó como costumbre ensayar por las tardes en el cuarto de Laura. Alicia todavía no se podía creer que precisamente el chico que le iba a acompañar con la guitarra cantara tan bien, y que encima sus voces se complementaran así de bien. Dani estaba contento porque por fin podría tocar la guitarra y cantar con alguien que apreciara su trabajo. Laura ocupaba su tiempo libre poniéndole música a las letras de Alicia. Laumari se sentía un poco desplazada de la situación dado que ella no podía colaborar en nada, pero se alegraba por sus compañeros. Y así los días pasaron y llegó el domingo, el día en que los alumnos tenían la libertad de volver a sus casas por unas horas. Alicia, después de todo lo que había pasado, no se acordaba de ese aspecto, y mientras preparaba sus cosas para marchar, se preguntaba como había pasado de no querer ir al internado a no querer moverse de allí. Las personas que había conocido, le habían marcado mucho. Y aunque solo se separaran unas horas, los echaría de menos. Ahora se encuentra en el asiento delantero del coche de su hermana, respondiendo al largo interrogatorio de su hermana, que la acribilla a preguntas, como es normal. Cuando llegan a casa, lo primero que hace Alicia es entrar en su cuarto. Lo había echado de menos, pero no se había dado cuenta hasta ahora. En la estantería que hay junto a la puerta descansa una foto de Alicia con Celia y María en la piscina de su casa. Las tres salen muy bien. Alicia se pregunta como en una semana, es posible que se acuerde más de los chicos del internado que de ellas. Quizá su amistad no era tan verdadera como creían, quizá ellas no eran tan importantes. Ahora se da cuenta de que solo son chicas que le caen bien. Su ingreso en el internado ha estado mejor, mucho mejor, de lo que se esperaba. Coge su móvil y envía un Whatsapp por el grupo que tiene con Celia y María.

Ya estoy aquí, chicas. ¿Nos vemos?”

Después de todo, tiene ganas de verlas. Al poco tiempo responde María:

Yo estoy en la playa. Sorry Alicia... :( “

Y seguidamente Celia:

Yo hoy estoy en el chalet de mis tíos. Lo siento también... :( “

Alicia se disgusta. Parece que ellas no tienen tantas ganas de verla. Resignada, se dirige al salón y se sienta con su hermana, que le cuenta cosas de la universidad. Y así pasan la tarde, intercambiando experiencias. Alicia le cuenta lo del dúo que ha formado con Dani y Ada se alegra mucho por ella. Cuando llega la hora de partir, Alicia sube al coche cabizbaja. Hoy ha descubierto cosas importantes, cosas que no le gustan, pero que es mejor que salgan a la luz. 'Mejor saber la verdad que vivir en una mentira.' , piensa Alicia. El trayecto hasta el internado se le hace más largo de lo normal y cuando llegan allí se despide de Alicia y vuelve al edificio que tan pronto se ha convertido en su hogar. En seguida sube las escaleras hasta la tercera planta y se encuentra con Laumari guardando sus cosas. Al verla, sale corriendo hacia ella y la abraza. Laumari le devuelve el abrazo sorprendida pero encantada. Cuando se separan, pregunta:
-¿Y a ti que te ha entrado?
Alicia ríe y le contesta:
-Nada, que te quiero mucho. -y se vuelve a reír, esta vez acompañada por Laumari. En ese momento entra Dani por la puerta.
-Hola chicas, ¿me he perdido algo?
-Esta,-dice Laumari señalando a Alicia- que viene muy feliz.
-Pues me alegro.-dice Dani entre risas. Mientras conversan de como han ido sus respectivos domingos, aparece Laura con una gran sonrisa iluminando su rostro.
-CHICOS CHICOS CHICOS. TENGO ALGO QUE DECIROS.
Los tres amigos callan al instante. Dani es el primero en hablar:
-¿Qué pasa, Laura?
Laura respira hondo, parece que se esté preparando para una carrera. Solo le falta ponerse a estirar allí en medio. Pero con lo que Laura habla, no se extrañan de que tenga que coger aire antes de expresar cualquier idea. De repente, empieza a hablar con voz emocionada:
-Bueno, ya sabéis que tenemos muy pocos recursos para ensayar, y que no tenemos apenas presupuesto para grabar, por no decir nada, pero me he enterado de una cosa que nos podría venir muy, pero que muy bien. La directora se ha enterado de que existen varios grupos de música en su internado (pro lo visto no somos los únicos), y quiere ayudarnos a labrarnos un futuro en la música. Bien, organizará un concurso en el que elegirá al cantante o grupo que más le guste. Al ganador le dará un premio de mil euros para los gastos que sean necesarios para el progreso del grupo, y además contratará a un manager para que los ayude en su ascenso hacia la cima. Yo lo veo muy bien, porque igual que ayuda al club de escritura o al de arte, debería ayudar a los que les gusta la música. Como sabe que no tenemos ningún sitio para ensayar, hará un horario en el que todos los artistas que se presenten optarán a la disponibilidad de tres horas de la sala de música, donde hay la mejor acústica de todo el centro y los medios necesarios para poder hacer una actuación más que decente en el concurso. ¿Qué os parece?
Cuando Laura termina de hablar, Dani se fija en Alicia, que llora emocionada. Alicia se levanta de su asiento y empieza a gritar mientras une en un abrazo a sus tres amigos. No puede creer lo que le está pasando. Ha pasado de no tener ni grupo, a optar a un hueco en el panorama musical. Todo ha pasado demasiado deprisa, su corazón late descontrolado. Por fin se separa de sus amigos y le pregunta a Laura:

-¿A qué esperamos para ganar?

***

Alicia y Dani esperan nerviosos en la puerta de la directora para apuntarse al concurso. Están sentados en un banco, pero aún así Alicia no deja de mover sus pies y sus manos. Al cabo de unos segundos, Dani se está poniendo más nervioso de lo que está y le coge la mano a Alicia, que tiembla demasiado. Acerca sus labios a su oído y le susurra:
-Ali, relájate, todo va a salir bien. Ahora respira hondo y calmáte.
Tras la acción de su amigo, Alicia se pone aún más nerviosa pero hace lo que él le ha dicho y se calma un poco. En ese momento, sale un grupo de cuatro chicas del despacho, lo que significa que les toca entrar a ellos. Se internan en la habitación y cierran la puerta al pasar. Todavía siguen cogidos de la mano. Dani se da cuenta y la suelta rápidamente, con el color rojo ascendiendo por su rostro. Se sientan en las sillas que quedan justo en frente de la mesa de la directora y esperan nerviosos a que ella empiece a hablar.
-Buenos días chicos. ¿Cómo os llamáis?
-Y...yo soy A...Alicia. Alicia Ramos.
La mujer, de unos cuarenta años, asiente, apunta el nombre en su ordenador y mira a Dani interrogativa.
-¿Y tú?
-Yo soy Daniel Pérez.
Asiente de nuevo y vuelve a escribir algo en el ordenador.
-Formáis un dueto, supongo. ¿No es así?
-Sí.-responde Daniel, al darse cuenta que Alicia no puede articular palabra.
-Bien.-dice mientras escribe algo más en su ordenador.- ¿Os ayuda alguien?
Dani asiente.
-Sí, Laura Peña. Nos ayuda con la música y con algunas letras.
La directora vuelve a asentir, y otra vez escribe en su ordenador. Siempre la misma operación.
-¿Me podríais cantar algo? Tengo que ver que nivel tenéis. Si necesitáis una guitarra, ahí la teneis.-Y señala un punto de la habitación a la espalda de los chicos.
Dani se levanta y coge la guitarra. Se vuelve a sentar y la afina un poco. Cuando termina, mira a Alicia, que está pálida. Niega con la cabeza, dando a entender que no podrá hacerlo. Los nervios la paralizan, la mirada de la directora le da respeto y su presencia la asusta. ¿Qué le pasa? Ella nunca se pone nerviosa, no entiende por qué ahora, por qué en este mismo instante. La directora comprende la situación y anuncia:
-Mientras tu amiga se relaja, iré a por un café. Pero cuando vuelva, quiero escuchar esa actuación. Si no cantáis para mí, no aceptaré vuestra inscripción en el concurso. Estáis avisados.
Las palabras de la directora no ayudan a Alicia, si no todo lo contrario, la ponen más nerviosa. La directora desaparece por la puerta de su despacho. Dani pone la guitarra en el suelo reposando en la mesa, y se acerca a Alicia.
-Alicia, venga, tienes que cantar. Es una maravillosa oportunidad para nosotros. Imagínate que ganamos el concurso. Sería lo mejor. No lo hagas por mí, hazlo por ti.
Alicia, que hasta ahora se había mantenido inmóvil, asiente enérgicamente y abraza a Dani. No sabe que haría sin él. En ese momento aparece la directora. Dani se separa de Ali y se vuelve a su silla.
-¿Ya estáis preparados?-pregunta la directora.
-Sí.-esta vez la que responde es Alicia.
La directora sonríe y hace un gesto con la mano invitándolos a empezar. Alicia mira a Dani, preguntándole con la mirada qué va a tocar. Dani coge la guitarra como respuesta y empieza a tocar las primeras notas de Count on me, de Bruno Mars. Sabe que es uno de los artistas preferidos de Alicia, pero reza porque se sepa la letra.
If you ever find yourself stuck in the middle of the sea, i'll seal the world, to find you.”
La voz de Dani se alza sobre el sonido de la guitarra. Sin que tenga que indicarle nada a Alicia, ella canta la siguiente frase.
If you ever find yourself lost in the dark and you can't see, i'll be the light, to guide you.”
Y así continúa la canción. Lo hacen como si lo tuvieran ensayado. La canción termina. Suenan las últimas notas. La directora se levanta de su asiento y comienza a aplaudir. Ha sido una actuación impecable. Se da cuenta de su error y se vuelve a sentar. No puede mostrar favoritismo por nadie.
-Por fin alguien que se prepara la actuación... Lo habéis hecho muy bien chicos, ha sido una de las mejores actuaciones. Ya os llamaré para daros más información.
Les sonríe, dando por terminada la conversación. Dani deja la guitarra donde estaba y sale con Alicia del despacho. Deciden ir a la habitación de Laura, donde les esperan sus dos amigas. Por el camino no cruzan palabra, están muy emocionados. Al llegar, tocan la puerta y les abre una expectante Laura.
-¿Cómo os ha ido chicos?
Como respuesta, Dani y Alicia comienzan a gritar y a dar saltitos, mientras se abrazan. Las chicas entienden eso como que les ha ido bien, por lo que se unen al abrazo. Están muy contentas por sus dos amigos. Por fin las cosas van bien.

1 ago 2013

4. En mi mente


En mi mente

Intento olvidar que ya no estás ahí,
que sigues siendo importante para mí.
Pero vuelves a mi mente,
una y otra vez, y ya no sé que hacer.

Algunas veces oigo tu voz,
aunque sé que no eres tú.
Algunas veces veo tu reflejo,
pero sé que no eres tú.

Y me estoy volviendo loca sin ti
ya nada tiene sentido para mi
todo da vueltas a mi alrededor
pero no distingo nada
solo a ti,
solo a ti...

Sonrisas falsas me persiguen
todo está bien según la gente
pero yo sé que nada lo está
que tú ya no volverás

Algunas veces oigo tu voz,
aunque sé que no eres tú.
Algunas veces veo tu reflejo,
pero sé que no eres tú.

Y me estoy volviendo loca sin ti
ya nada tiene sentido para mi
todo da vueltas a mi alrededor
pero no distingo nada
solo a ti,
solo a ti...

Y por mucho que lo intente
sigues en mi mente...
Déjame seguir sin ti.

Y me estoy volviendo loca sin ti
ya nada tiene sentido para mi
todo da vueltas a mi alrededor
pero no distingo nada
solo a ti,
solo a ti...

Laura termina de leer la canción escrita por Alicia. Es la primera que lee, y se ha enamorado de la letra. Además, mientras la leía, una melodía aparecía en su mente, perfecta para la canción. Coge su libro de partituras y la apunta deprisa antes de que se le olvide. En cuanto termina, llama a la habitación de Laumari, que es la contigua a la suya. Le abre Alicia. Ya se conocen de otras veces, Laumari ya las ha presentado.
-¡Hola, Ali! ¿A que no sabes qué?
-No, ¿qué pasa?
-¡Ya tengo melodía para una de tus canciones! ¿Avisamos a Dani y la ensayamos?
-Casualmente estoy aquí.-Dani aparece por detrás de Alicia con una sonrisa en la cara.
-Pues venga, todos a mi cuarto.

Alicia sonríe también, le emociona la ilusión de Laura. Hoy tienen la tarde libre de clases, por lo que es un día perfecto para ensayar. Entran los cuatro en el cuarto de Laura, puesto que Laumari también quería acompañarlos. Laura le entrega la partitura a Dani y este toca algunas notas de prueba. Suena fenomenal.
-Dani, ¿aparte de tocar la guitarra cantas?-pregunta Alicia.
-Bueno... no tan bien como tú-responde él.
Laumari y Laura se levantan a la vez y dicen al unísono:
-¿¡Que no tan bien como ella?!
-Vamos Dani, cantas fenomenal-termina diciendo Laura.
-Hey, si tan bien cantas, ¿por qué nunca te he escuchado?-pregunta Alicia confusa.
-Porque le da mucha vergüenza, casi nunca canta en público.-responde Laumari, que tiene la manía de responder por la gente.
-¿Podría escucharte? Por fa...-suplica Alicia.
Dani da un largo suspiro y asiente. Empieza a tocar unas notas en su guitarra que Alicia reconoce como This song is about you, de Olly Murs. No se puede creer que vaya a cantar esa canción, ya que es una de sus favoritas. Dani empieza a cantar y Alicia se queda boquiabierta, ya que su voz es impresionante. No se parece a ninguna que haya escuchado antes. Alicia cierra los ojos y se deja llevar por la música.

Cause I'm tired of the games
I won't lie, no I'm not ok,
You were wrong, you're to blame,
Now the world knows your name...”

En un momento de la canción, no sabe en cuál, Alicia comienza a cantar. Su voz y la de Dani se fusionan perfectamente. Laura y Laumari están muy emocionadas. Al final de la canción, a Laura se le escapa una lágrima. No lo puede creer, esos dos chicos la han hecho llorar, cosa que muy pocas veces hace.
Suenan las últimas notas de la canción y Alicia abre los ojos lentamente, como si se estuviera despertando. Dani también abre sus ojos, dado que los había cerrado al empezar a cantar. Los dos se miran impresionados, saben que ha sonado fantástico. No se esperaban que sus voces fueran a encajar tan bien. Dani busca la partitura de la canción de Alicia y busca también la letra, que está entre los papeles de Laura. Comienza a tocarla, y aunque no la ha tocado ni cantado antes, ocurre como con This song is about you, las voces se fusionan como si estuvieran predeterminadas a hacerlo. Y cuando cantan juntos, parece como si el mundo se parara solo para ellos. Parece como si sus voces estuvieran hechas para ser unidas. Cuando la canción termina, un silencio sepulcral inunda la estancia. Nadie dice nada, y tampoco es que haga falta.