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21 sept 2013

8. Amor


La música empieza a sonar. Raúl ha buscado Dance with me tonight (instrumental) en Youtube. Es una de las canciones que más le gustan.

My name is Olly nice to meet you can I tell you baby
Look around theres a whole lot of pretty ladies
But none like you, you shine so bright, yeah.”

En el estribillo se acerca a Alicia, que lo mira sonriente, y la coge de las manos. Comienza a bailar con ella sin dejar de cantar. Una sucesión de giros, miradas cómplices y risas acompañan la melodía hasta que esta llega a su fin. Raúl suelta a Alicia y se agacha teatralmente. Alicia ríe. Él se yergue de nuevo y pregunta:
-¿Qué te ha parecido? ¿Canto bien?
Ella se queda pensativa unos segundos dándose golpecitos con el dedo índice en sus labios. La verdad es que Raúl canta muy bien, pero la voz de Dani... No sabe lo qué es, pero tiene algo especial. Algo que te hace seguir escuchando.
-Sí, muy requetebien. -responde al fin. Quizá no sea la voz de Dani, pero canta bien, muy bien.
Él asiente satisfecho mientras sonríe.
-Pues entonces ahora cantemos juntos.
-Em... es que...
-Venga Ali, que cantas muy bien. Te dejo elegir canción.-y guiña el ojo.
Ella piensa de nuevo, y busca entre sus canciones alguna adecuada.
-Ya la tengo. Everything has changed, de Taylor.
-Vaya... bonita elección.
Raúl la busca en YouTube, como hizo con la otra. Cuando la encuentra, le da a reproducir y se coloca al lado de Alicia.

All I knew this morning when I woke is
I know something now, know something now I didn't before
And all I've seen since 18 hours ago is
Green eyes and freckles and your smile
In the back of my mind making me feel like”

Suenan realmente bien. Igual que la conexión entre Alicia y Dani se podía sentir, en Alicia y Raúl se puede notar la atracción que sienten. Sus miradas, sus sonrisas, sus gestos... Además la letra de la canción también ayuda... Es verdad que las voces de Dani y Alicia encajaban muy bien, pero las de Alicia y Raúl tampoco se quedan atrás. Es como si se complementaran... Cuando termina la melodía, ellos se miran. Su mirada viaja desde los ojos hasta los labios. Raúl se acerca lentamente, y aparta el pelo de Alicia, como en las películas. Se acerca más hasta que sus narices se chocan. Se miran un segundo, se lo dicen todo con la mirada. Y en ese segundo, la puerta del cuarto de Raúl se abre. Es Dani. Aunque no es de extrañar que esté allí, dado que también es su cuarto. Pero Alicia y Raúl se han olvidado completamente de ese “pequeño” detalle. Se separan rápidamente y Alicia se levanta de la cama.
-Eh... bueno yo me voy.
Se despide con la mano de Raúl y pasa al lado de Dani para salir. Antes de marcharse, lo mira a los ojos. Su mirada está cargada de sentimientos: rabia, tristeza, frustración... Está destrozado. Alicia se horroriza y sale corriendo de allí. No puede soportar esa situación por mucho más tiempo.

***

You're so London, your own style, your own style...” Laumari canta tumbada en la cama, con la música de su mp3 sonando fuerte en sus oídos. Mueve la cabeza al ritmo, y da golpecitos con el pie en el colchón. De repente entra Alicia y se tumba en su cama atropelladamente. Ella se quita los cascos y la mira. Está llorando. ¿Qué habrá pasado? Se acerca a su cama y la zarandea suavemente.
-Alicia, cariño, ¿qué te pasa?
-Pues verás...-dice entre sollozos.- estaba ensayando... con Dani y de repente... el se ha acercado a mí … me ha intentado besar … yo le he dicho que solo lo quería como amigo y he salido de allí. Después me he chocado con Raúl … él me ha dicho que también cantaba así que... fui a su habitación … y casi nos besamos, pero … entró Dani y nos vio. Parecía destrozado... Laura... no, no quiero que sufra... Laura me siento fatal...
Y rompe en llanto de nuevo. Laumari la abraza y le acaricia la espalda, tranquilizándola.
-Hey … No pasa nada. Si no te gusta Dani no es tu culpa, tranquila. Seguro que se le pasará... Ya verás. Tú solo dale tiempo.
-¿Estas segura?-pregunta Alicia más calmada.
-Si, nena, es mi mejor amigo... Algo lo tengo que conocer.
Alicia ríe. No sabe cómo lo hace pero con Laumari siempre acaba riendo...

***
No muy lejos de allí, en otra habitación, la tensión casi se puede cortar con un cuchillo. Dani mira a Raúl esperando unas palabras del chico, pero éstas no aparecen.
-Me vas a gastar de tanto mirarme chaval.-dice Raúl sin apartar la vista de su cuaderno.
-¿No piensas decir nada?-pregunta Dani.
-¿Qué quieres que diga?
-No sé, algo cómo “Lo siento Dani, por besar a Alicia en tus narices.”
Raúl deja de escribir y mira a Dani mientras alza las cejas divertido.
-No pienso decir eso, porque no me arrepiento de nada. Se supone que no te debería importar que bese a Alicia. A menos que te guste, claro...
Raúl sabe que ha dado en el clavo. Antes de que Alicia le dijera nada, él ya notaba algo. Dani lo mira enfurecido.
-Mira chico, sólo te digo que como le hagas daño te vas a enterar, ¿me entiendes?
-No pienso hacerle daño. La quiero, ¿sabes? ¿A que tu no le harías daño? Pues lo mismo yo... -responde Raúl ofendido.
Dani se sorprende ante estas palabras, incluso Raúl está sorprendido. Nunca había confesado públicamente que le gustara tanto una chica... Ahora que lo piensa, nunca había sentido nada parecido a lo que siente por Alicia. Vuelve a su cuaderno, dando por terminada la conversación. Ahora mismo, las matemáticas le parecen lo más sencillo del mundo comparado con el lío que hay en su cabeza.

***
-Ay...-suspira. Lleva unos días pensando en lo mismo todo el tiempo. Dani ha ocupado todos sus pensamientos. Está segura de que el examen de esta mañana le salió de pena, porque no ha prestado nada de atención en clase estos últimos días y tampoco estudió... Pero no puede seguir así. Con mucho esfuerzo, intenta apartar a Dani de su cabeza y se concentra en las ecuaciones de segundo grado...

9 sept 2013

7. Sorpresas y lágrimas


Alicia se encuentra en la biblioteca estudiando, porque tiene una hora libre. Después toca almuerzo y después examen de Geografía. Y como la Geografía no es su fuerte, necesita estudiar de más. De repente, una bola de papel choca contra su cabeza. Abre la nota y lee lo que pone:

¿Comes conmigo, nena? Que diga... Alicia. XD”

En cuanto termina de leerla sabe quién es. Raúl...¿También se encuentra en la biblioteca? Se vuelve y comprueba que está en la mesa de atrás. Coge su boli azul y escribe:

Ya tengo compañía, idiota. Que diga... Raúl. “

Le tira el papelito y cuando el chico la mira le guiña el ojo, y vuelve a la tediosa tarea de estudiar los mapas. Pero no pasan ni 2 minutos y recibe de nuevo la hoja. La desdobla y lee:

Ah claro, tus amiguitas y el chico bohemio de la guitarra. Pues tú te lo pierdes, NENA.”

Alicia sonríe, y en ese momento suena el timbre. Se levanta, recoge todas sus cosas y se marcha de allí como si le fuera la vida en ello. Entra en el comedor atropelladamente y coge una bandeja, donde deposita el plato de sopa que hay hoy en el menú. Una servilleta, vaso de agua, cuchara y una pera. Se sienta en la esquina de la cuarta mesa, donde acostumbra a sentarse siempre, y saca un libro de su mochila mientras espera a sus amigas. Y es que ella adora leer. Pero su tranquilidad se acaba cuando nota que alguien la observa. Levanta la vista y se encuentra con unos grandes ojos verdes.

-¿Te creías que te ibas a librar de mí tan fácilmente? Ni lo pienses nena.

Alicia pone los ojos en blanco y seguidamente suspira.

-¿Qué quieres Raúl?
-Comer contigo. Te lo dije antes.

Alicia duda unos instantes. Mira a la puerta a ver si por una bendición divina sus amigos están entrando en ese momento, pero no tiene esa suerte. Raúl adivina sus pensamientos y le dice:

-Tus amigos están en un examen. Se saltan la hora de comer, pero tienen la siguiente libre.

Alicia abre los ojos. ¡Es verdad! Laumari se lo comentó esta mañana y a ella se le ha olvidado completamente. Ella se salva del examen porque está en el grupo A, no en el B. Así que no le queda más remedio que comer con Raúl...

-Bueno, pues entonces tendré que comer contigo...

Raúl muestra una gran sonrisa triunfante y va a por su ración de sopa. Alicia aprovecha para guardar el libro que estaba leyendo. Raúl vuelve y se acomoda enfrente suya. La sonrisa aún no ha desaparecido. Alicia sabe con qué clase de chico se las está viendo. Es uno de esos a lo Mario Casas en 3MSC. Consigue a todas las chicas que quiere, pero se enamora de una que no se rinde tan fácilmente a sus encantos. Y al parecer, le ha tocado ser esa chica...

***
Dani termina por fin el examen y lo entrega a la profesora. Recoge sus cosas y se dirige al comedor. Casi todos han terminado ya, pero aún queda algún rezagado terminándose la fruta. Y entre esas personas se encuentran Alicia y Raúl. Al verlos riendo, muy contentos, se le cae el alma a los pies. ¿Está celoso? No, no es posible. Alicia no le gusta... ¿O sí?

***
Las clases por fin han terminado. Hoy es Martes, así que les toca ensayar. Decidieron repartir las tres horas de las que disponen de la sala de música en una hora y media los Martes y una hora y media los Jueves. Alicia se da una ducha rápida y se coloca una ropa deportiva. Es obligatorio llevar uniforme solo en horario de clases, pero cuando terminan puedes llevar lo que quieras, siempre y cuando cumpla unos mínimos requisitos, como que no enseñe demasiado, porque al fin y al cabo están en una escuela. La ventaja es que Alicia no tiene problema con su ropa, porque no suele llevar ropa muy escotada ni faldas muy cortas, así que toda su ropa le sirve. Sale de su habitación tras despedirse de sus dos compañeras y se dirige a la sala de música. Allí ya la espera Dani tocando un poco el piano, que aunque también sabe tocarlo, hace tiempo que no lo toca así que necesita practicar un poco antes. Alicia sonríe al verlo y lo saluda. Se coloca enfrente del micrófono y calienta un poco la voz en lo que Dani termina de entrenar. Para la primera fase del concurso deciden cantar Almost is never enough de Ariadna Grande y Nathan Sykes. Lo que ellos no saben es que esa canción va a ser tan premonitoria...

Con una mirada Dani le dice que ya está preparado, y ella asiente. De las teclas del piano empieza a surgir una música lenta pero con fuerza. Alicia es la primera en cantar:

I like to say we gave it a try
I like to blame it all on life
Maybe we just weren't right
But that's a lie, that's a lie

Cuando ya van por el estribillo, Dani toca la tecla equivocada y la actuación se viene abajo. Alicia lo mira preocupada. Es verdad que hace tiempo que no toca pero ella sabe que le pasa algo más. Y no tarda en preguntárselo.

-Dani, ¿estás bien?
-Em... sí, sí. Sólo es que hace tiempo que no toco... Te lo dije antes.-no suena muy convincente así que Alicia insiste.
-Dani, te pasa algo más.
-Sí, me pasa algo más. Me pasa que no me gusta nada ese Raúl pero a ti se te ve tan feliz con él...

Alicia está confundida. Ella solo ha hablado con Raúl a la hora de comer y entonces Dani estaba haciendo un examen. Alza las cejas para dar a entender que no entiende nada.

-Salí pronto del examen y fui al comedor. Y allí estabais los dos riendo y divirtiéndose...
-Dani, para tu información solo somos amigos. Y aunque fuéramos algo más... ¿te importaría mucho?

Dani no sabe qué hacer. ¿Qué le responde? Quizá con un beso aclararía sus sentimientos... Pero no, no. No la puede besar. Entonces estropearía su amistad. ¿Y si ella también siente algo por él? Dani está muy confundido... pero se arriesga. Porque quién no arriesga no gana. Se acerca a ella y la toma de la cintura. Acerca su cara lentamente a la de Alicia... Pero ella se aparta.

-Lo siento Dani, no puedo hacer esto. Yo te quiero, pero no de esta manera. Somos amigos, buenos amigos. No confundas los sentimientos...

Y diciendo esto se marcha. Dani se siente destrozado, no tiene ganas de nada. Saca su guitarra de la funda y se pone a tocar, porque en momentos así la música es la mejor compañera.

***
Alicia sale de la sala con lágrimas en los ojos. Le duele haberle dicho eso a Dani porque es su amigo, pero es lo que siente. ¿Actuarán juntos en el concurso? No lo sabe. No sabe si volverán a conectar tan bien... En su huida desesperada a ninguna parte, choca con un chico. Al levantar la cabeza para ver quién es, no se lo puede creer. Raúl de nuevo. ¿Este chico está en todas partes?

-Hey nena, ¿a dónde...?-se calla al ver los ojos llorosos de la chica.- ¿Qué te pasa, Alicia?
-Nada, nada. -miente ella, aunque sin ningún resultado.
-Claro, por eso lloras, ¿no?-dice Raúl alzando las cejas.

Alicia se rinde y empieza a contar:

-Pues nada, lo típico. Dani me ha intentado besar y lo he rechazado. De nuevo el amigo se enamora de la amiga y ésta la rechaza...
-No tienes por qué sentirte culpable si no sientes lo mismo. Uno no decide qué sentir y qué no. Y si no que me lo digan a mí...-Ups, eso último se le ha escapado. Espera que Alicia no se haya dado cuenta...
-¿Qué?-vaya, parece que sí lo ha escuchado.
-Em... nada. Oye, ¿qué hacías en la sala de música? Venías de allí cuando nos hemos chocado.-intenta cambiar de tema.
-Pues estaba ensayando para un concurso que organiza la directora. Dani y yo nos íbamos a presentar, pero ahora no sé si querrá cantar conmigo...
-Podemos intentarlo tú y yo. ¿A qué no sabías que yo también canto?-dice con una sonrisa.

Alicia abre mucho los ojos. Este chico cada vez la sorprende más...

29 ago 2013

6. Nuevos alumnos


La música suena a toda voz en sus oídos y recorre cada parte de su cuerpo. Porque Alicia realmente siente la música por cada poro de su piel. Escucha una canción antigua, una de su infancia. This is me, de la película Camp Rock. Recuerda cuántas veces ha visto esa película. No las puede contar con los dedos de las manos. Y es que realmente le gustaba mucho esa película. Siempre soñó en parecerse a Demi de mayor. La canción llega al estribillo:

This is real,
this is me,
I'm exactly where I supposed to be now,
gonna let the light,
SHINE ON ME.”

Canta ella subida en la cama. De repente la puerta se abre y entra un chico de ojos verdes, pelo negro como el azabache. Puede tener unos dieciséis años. Se queda a cuadros al ver a la chica encima de su cama cantando, aunque no canta nada mal. Qué dice nada mal, lo hace muy, muy bien. Alicia no se ha dado cuenta porque suele escuchar la música con los ojos cerrados. Ella sigue cantando y cuando termina la canción abre los ojos. Al ver al chico apoyado en la puerta, mirándola con una sonrisa en la cara, se queda paralizada. El color rojo inunda su rostro. De la vergüenza pasa a la ira.

-¿¡Qué haces tú aquí?!-dice casi gritando, muy alterada. Se da cuenta de que sigue subida en la cama y salta al suelo con agilidad. Se quita los auriculares y los deja sobre la cama.-¿¡Quién eres?!-vuelve a preguntar, ya que el chico no responde, sino que sigue observándola. Que la observen fijamente la pone nerviosa, y más si es un chico tan... guapo. Ahora que se fija más detenidamente, es realmente guapo. Se vuelve a poner colorada.
-Creí que esta era mi habitación. O por lo menos eso me dijo la mujer que me recibió. Ya veo que se ha confundido, o quizá me dio a mí la habitación de mi hermana y viceversa. Aunque ahora me alegro de que se equivocara...-y suelta una carcajada.
-¿Por qué?-pregunta la chica, con cara de no entender.
-Porque así te he podido conocer y encima me has dado un concierto. Por cierto, cantas como los ángeles, nena.
-A mí no me digas nena.-dice, otra vez roja, esta vez de ira.
-¿Preciosidad? ¿Cariño? ¿Cielo? ¿Cómo te gusta?
-Alicia, me gusta Alicia.
-Mm... Así que te llamas Alicia...-dice él como procesándolo.
-Oh que bien, lo has captado. Un premio para ti.-responde Alicia sarcástica.
El chico ríe y coge la maleta que había dejado en el suelo.
-Bueno, yo me despido. Veo que no te he pillado de humor. Hasta pronto, Alicia.-dice, remarcando la palabra Alicia.
Esta suspira y observa como el chico del que no sabe el nombre, desaparece por la puerta.

***

Dani tiene un rato libre y saca su guitarra. Como no tiene compañero de cuarto, no molesta a nadie. Empieza a tocar la primera canción que se le viene a la mente: Forever young de Alphaville. Es una de sus preferidas. El tiene la misma costumbre que Alicia: cerrar los ojos cuando canta o escucha música. Así que tampoco se entera de la chica que abre la puerta de su cuarto y se queda petrificada al verlo. “Canta muy bien...”, piensa la chica. Se queda embelesada con la música. Como ha pasado hace pocos minutos en el cuarto de Alicia, Dani abre los ojos y se queda pasmado al ver a la chica.

-¿Quién se supone que eres?-le pregunta, con el ceño fruncido.
-So..soy Sara. Me han dicho que esta era mi habitación, pero creo que se han confundido. Seguramente me hayan dado el número de la habitación de Raúl...
-Ah, yo soy Dani. ¿Quién es Raúl?
-Mi...mi hermano. Somos nuevos aquí.-dice la chica. Parece muy tímida, al contrario de su hermano.
De repente la puerta se abre y aparece Raúl con la maleta a sus espaldas.
-Hola hermanita. Nos han confundido las habitaciones eh...
-Si...-responde ella.
-La tuya es la 322. Menos mal que yo memoricé tu número que si no...
-Si no yo te hubiera podido encontrar sola.-responde esta un poco molesta. Su hermano la trata como si fuera una niña pequeña, aunque solo tiene un año menos que él. Es decir, ella tiene 15.
Raúl levanta los brazos como tranquilizando a su hermana y Dani solo observa perplejo la situación. ¿Ese va a ser su compañero de habitación? Pues que suerte que ha tenido... Un momento. Ahora que lo piensa, la 322 es la de Alicia y Laumari.

-¿Así que tú has estado en la 322?
-Sí. La chica no es muy simpática. Su cara llegó a ponerse tan roja como su pelo...-dice mientras ríe.
-Alicia. -deduce Dani por lo del color del cabello.
Raúl solo asiente.
-Canta muy bien, la verdad.-admite mientras sonríe.
-Eso porque no has escuchado a Dani...-interviene Sara.
-Ah, ¿tú tambien cantas?-pregunta Raúl suponiendo que el chico que tiene delante es el tal Dani,
-Sí, somos un dúo.-responde este.
Raúl asiente mientras se toca la barbilla, como si se acariciara la barba. Se forma un silencio incómodo que Sara rompe:

-Bueno chicos, os dejo solos.-recoge la maleta del suelo.- Un placer Dani.
Y se va. Los dos chicos se miran.

-¿Me enseñas el internado?-dice Raúl.
Dani suspira y asiente. Se acabó su momento de paz.
-Claro, vamos.

***
Cuando Alicia aún no se ha repuesto de la visita de aquél chico, otra chica aparece por la puerta. También de ojos verdes, pero más oscuros que los de su hermano. Y el pelo negro, como su hermana.
-Tú debes de ser la hermana del chico que ha estado aquí hace cinco minutos, ¿no es así?-dice Alicia antes de que la chica hable. Sara asiente intimidada.- Vaya, parece que tú no eres tan habladora como tu hermano.
Sara sonríe y niega.
-Soy Sara.-le dice, y extiende la mano.
-Yo Alicia, encantada.-sonríe y extiende también su mano.
En ese momento aparece Laumari acompañada de Laura. Las dos se quedan paradas en la puerta que sigue abierta.
-Hola chicas,-saluda Alicia con la mano.- esta es Sara, nuestra nueva compañera.
Las chicas entran y saludan.
-¿Vivís las dos aquí?-pregunta Sara refiriéndose a Laura y Laumari.
-No, solo yo.-responde Laumari sonriente.- Soy Laura María, pero me dicen Laumari.
-Yo soy Laura, pero me dicen Laura. Vivo en el cuarto de al lado.
Las chicas estallan en risas. Se ve que se van a llevar muuuuy bien...

14 ago 2013

5. Una oportunidad

Después de la actuación de Alicia y Dani, se quedó como costumbre ensayar por las tardes en el cuarto de Laura. Alicia todavía no se podía creer que precisamente el chico que le iba a acompañar con la guitarra cantara tan bien, y que encima sus voces se complementaran así de bien. Dani estaba contento porque por fin podría tocar la guitarra y cantar con alguien que apreciara su trabajo. Laura ocupaba su tiempo libre poniéndole música a las letras de Alicia. Laumari se sentía un poco desplazada de la situación dado que ella no podía colaborar en nada, pero se alegraba por sus compañeros. Y así los días pasaron y llegó el domingo, el día en que los alumnos tenían la libertad de volver a sus casas por unas horas. Alicia, después de todo lo que había pasado, no se acordaba de ese aspecto, y mientras preparaba sus cosas para marchar, se preguntaba como había pasado de no querer ir al internado a no querer moverse de allí. Las personas que había conocido, le habían marcado mucho. Y aunque solo se separaran unas horas, los echaría de menos. Ahora se encuentra en el asiento delantero del coche de su hermana, respondiendo al largo interrogatorio de su hermana, que la acribilla a preguntas, como es normal. Cuando llegan a casa, lo primero que hace Alicia es entrar en su cuarto. Lo había echado de menos, pero no se había dado cuenta hasta ahora. En la estantería que hay junto a la puerta descansa una foto de Alicia con Celia y María en la piscina de su casa. Las tres salen muy bien. Alicia se pregunta como en una semana, es posible que se acuerde más de los chicos del internado que de ellas. Quizá su amistad no era tan verdadera como creían, quizá ellas no eran tan importantes. Ahora se da cuenta de que solo son chicas que le caen bien. Su ingreso en el internado ha estado mejor, mucho mejor, de lo que se esperaba. Coge su móvil y envía un Whatsapp por el grupo que tiene con Celia y María.

Ya estoy aquí, chicas. ¿Nos vemos?”

Después de todo, tiene ganas de verlas. Al poco tiempo responde María:

Yo estoy en la playa. Sorry Alicia... :( “

Y seguidamente Celia:

Yo hoy estoy en el chalet de mis tíos. Lo siento también... :( “

Alicia se disgusta. Parece que ellas no tienen tantas ganas de verla. Resignada, se dirige al salón y se sienta con su hermana, que le cuenta cosas de la universidad. Y así pasan la tarde, intercambiando experiencias. Alicia le cuenta lo del dúo que ha formado con Dani y Ada se alegra mucho por ella. Cuando llega la hora de partir, Alicia sube al coche cabizbaja. Hoy ha descubierto cosas importantes, cosas que no le gustan, pero que es mejor que salgan a la luz. 'Mejor saber la verdad que vivir en una mentira.' , piensa Alicia. El trayecto hasta el internado se le hace más largo de lo normal y cuando llegan allí se despide de Alicia y vuelve al edificio que tan pronto se ha convertido en su hogar. En seguida sube las escaleras hasta la tercera planta y se encuentra con Laumari guardando sus cosas. Al verla, sale corriendo hacia ella y la abraza. Laumari le devuelve el abrazo sorprendida pero encantada. Cuando se separan, pregunta:
-¿Y a ti que te ha entrado?
Alicia ríe y le contesta:
-Nada, que te quiero mucho. -y se vuelve a reír, esta vez acompañada por Laumari. En ese momento entra Dani por la puerta.
-Hola chicas, ¿me he perdido algo?
-Esta,-dice Laumari señalando a Alicia- que viene muy feliz.
-Pues me alegro.-dice Dani entre risas. Mientras conversan de como han ido sus respectivos domingos, aparece Laura con una gran sonrisa iluminando su rostro.
-CHICOS CHICOS CHICOS. TENGO ALGO QUE DECIROS.
Los tres amigos callan al instante. Dani es el primero en hablar:
-¿Qué pasa, Laura?
Laura respira hondo, parece que se esté preparando para una carrera. Solo le falta ponerse a estirar allí en medio. Pero con lo que Laura habla, no se extrañan de que tenga que coger aire antes de expresar cualquier idea. De repente, empieza a hablar con voz emocionada:
-Bueno, ya sabéis que tenemos muy pocos recursos para ensayar, y que no tenemos apenas presupuesto para grabar, por no decir nada, pero me he enterado de una cosa que nos podría venir muy, pero que muy bien. La directora se ha enterado de que existen varios grupos de música en su internado (pro lo visto no somos los únicos), y quiere ayudarnos a labrarnos un futuro en la música. Bien, organizará un concurso en el que elegirá al cantante o grupo que más le guste. Al ganador le dará un premio de mil euros para los gastos que sean necesarios para el progreso del grupo, y además contratará a un manager para que los ayude en su ascenso hacia la cima. Yo lo veo muy bien, porque igual que ayuda al club de escritura o al de arte, debería ayudar a los que les gusta la música. Como sabe que no tenemos ningún sitio para ensayar, hará un horario en el que todos los artistas que se presenten optarán a la disponibilidad de tres horas de la sala de música, donde hay la mejor acústica de todo el centro y los medios necesarios para poder hacer una actuación más que decente en el concurso. ¿Qué os parece?
Cuando Laura termina de hablar, Dani se fija en Alicia, que llora emocionada. Alicia se levanta de su asiento y empieza a gritar mientras une en un abrazo a sus tres amigos. No puede creer lo que le está pasando. Ha pasado de no tener ni grupo, a optar a un hueco en el panorama musical. Todo ha pasado demasiado deprisa, su corazón late descontrolado. Por fin se separa de sus amigos y le pregunta a Laura:

-¿A qué esperamos para ganar?

***

Alicia y Dani esperan nerviosos en la puerta de la directora para apuntarse al concurso. Están sentados en un banco, pero aún así Alicia no deja de mover sus pies y sus manos. Al cabo de unos segundos, Dani se está poniendo más nervioso de lo que está y le coge la mano a Alicia, que tiembla demasiado. Acerca sus labios a su oído y le susurra:
-Ali, relájate, todo va a salir bien. Ahora respira hondo y calmáte.
Tras la acción de su amigo, Alicia se pone aún más nerviosa pero hace lo que él le ha dicho y se calma un poco. En ese momento, sale un grupo de cuatro chicas del despacho, lo que significa que les toca entrar a ellos. Se internan en la habitación y cierran la puerta al pasar. Todavía siguen cogidos de la mano. Dani se da cuenta y la suelta rápidamente, con el color rojo ascendiendo por su rostro. Se sientan en las sillas que quedan justo en frente de la mesa de la directora y esperan nerviosos a que ella empiece a hablar.
-Buenos días chicos. ¿Cómo os llamáis?
-Y...yo soy A...Alicia. Alicia Ramos.
La mujer, de unos cuarenta años, asiente, apunta el nombre en su ordenador y mira a Dani interrogativa.
-¿Y tú?
-Yo soy Daniel Pérez.
Asiente de nuevo y vuelve a escribir algo en el ordenador.
-Formáis un dueto, supongo. ¿No es así?
-Sí.-responde Daniel, al darse cuenta que Alicia no puede articular palabra.
-Bien.-dice mientras escribe algo más en su ordenador.- ¿Os ayuda alguien?
Dani asiente.
-Sí, Laura Peña. Nos ayuda con la música y con algunas letras.
La directora vuelve a asentir, y otra vez escribe en su ordenador. Siempre la misma operación.
-¿Me podríais cantar algo? Tengo que ver que nivel tenéis. Si necesitáis una guitarra, ahí la teneis.-Y señala un punto de la habitación a la espalda de los chicos.
Dani se levanta y coge la guitarra. Se vuelve a sentar y la afina un poco. Cuando termina, mira a Alicia, que está pálida. Niega con la cabeza, dando a entender que no podrá hacerlo. Los nervios la paralizan, la mirada de la directora le da respeto y su presencia la asusta. ¿Qué le pasa? Ella nunca se pone nerviosa, no entiende por qué ahora, por qué en este mismo instante. La directora comprende la situación y anuncia:
-Mientras tu amiga se relaja, iré a por un café. Pero cuando vuelva, quiero escuchar esa actuación. Si no cantáis para mí, no aceptaré vuestra inscripción en el concurso. Estáis avisados.
Las palabras de la directora no ayudan a Alicia, si no todo lo contrario, la ponen más nerviosa. La directora desaparece por la puerta de su despacho. Dani pone la guitarra en el suelo reposando en la mesa, y se acerca a Alicia.
-Alicia, venga, tienes que cantar. Es una maravillosa oportunidad para nosotros. Imagínate que ganamos el concurso. Sería lo mejor. No lo hagas por mí, hazlo por ti.
Alicia, que hasta ahora se había mantenido inmóvil, asiente enérgicamente y abraza a Dani. No sabe que haría sin él. En ese momento aparece la directora. Dani se separa de Ali y se vuelve a su silla.
-¿Ya estáis preparados?-pregunta la directora.
-Sí.-esta vez la que responde es Alicia.
La directora sonríe y hace un gesto con la mano invitándolos a empezar. Alicia mira a Dani, preguntándole con la mirada qué va a tocar. Dani coge la guitarra como respuesta y empieza a tocar las primeras notas de Count on me, de Bruno Mars. Sabe que es uno de los artistas preferidos de Alicia, pero reza porque se sepa la letra.
If you ever find yourself stuck in the middle of the sea, i'll seal the world, to find you.”
La voz de Dani se alza sobre el sonido de la guitarra. Sin que tenga que indicarle nada a Alicia, ella canta la siguiente frase.
If you ever find yourself lost in the dark and you can't see, i'll be the light, to guide you.”
Y así continúa la canción. Lo hacen como si lo tuvieran ensayado. La canción termina. Suenan las últimas notas. La directora se levanta de su asiento y comienza a aplaudir. Ha sido una actuación impecable. Se da cuenta de su error y se vuelve a sentar. No puede mostrar favoritismo por nadie.
-Por fin alguien que se prepara la actuación... Lo habéis hecho muy bien chicos, ha sido una de las mejores actuaciones. Ya os llamaré para daros más información.
Les sonríe, dando por terminada la conversación. Dani deja la guitarra donde estaba y sale con Alicia del despacho. Deciden ir a la habitación de Laura, donde les esperan sus dos amigas. Por el camino no cruzan palabra, están muy emocionados. Al llegar, tocan la puerta y les abre una expectante Laura.
-¿Cómo os ha ido chicos?
Como respuesta, Dani y Alicia comienzan a gritar y a dar saltitos, mientras se abrazan. Las chicas entienden eso como que les ha ido bien, por lo que se unen al abrazo. Están muy contentas por sus dos amigos. Por fin las cosas van bien.

1 ago 2013

4. En mi mente


En mi mente

Intento olvidar que ya no estás ahí,
que sigues siendo importante para mí.
Pero vuelves a mi mente,
una y otra vez, y ya no sé que hacer.

Algunas veces oigo tu voz,
aunque sé que no eres tú.
Algunas veces veo tu reflejo,
pero sé que no eres tú.

Y me estoy volviendo loca sin ti
ya nada tiene sentido para mi
todo da vueltas a mi alrededor
pero no distingo nada
solo a ti,
solo a ti...

Sonrisas falsas me persiguen
todo está bien según la gente
pero yo sé que nada lo está
que tú ya no volverás

Algunas veces oigo tu voz,
aunque sé que no eres tú.
Algunas veces veo tu reflejo,
pero sé que no eres tú.

Y me estoy volviendo loca sin ti
ya nada tiene sentido para mi
todo da vueltas a mi alrededor
pero no distingo nada
solo a ti,
solo a ti...

Y por mucho que lo intente
sigues en mi mente...
Déjame seguir sin ti.

Y me estoy volviendo loca sin ti
ya nada tiene sentido para mi
todo da vueltas a mi alrededor
pero no distingo nada
solo a ti,
solo a ti...

Laura termina de leer la canción escrita por Alicia. Es la primera que lee, y se ha enamorado de la letra. Además, mientras la leía, una melodía aparecía en su mente, perfecta para la canción. Coge su libro de partituras y la apunta deprisa antes de que se le olvide. En cuanto termina, llama a la habitación de Laumari, que es la contigua a la suya. Le abre Alicia. Ya se conocen de otras veces, Laumari ya las ha presentado.
-¡Hola, Ali! ¿A que no sabes qué?
-No, ¿qué pasa?
-¡Ya tengo melodía para una de tus canciones! ¿Avisamos a Dani y la ensayamos?
-Casualmente estoy aquí.-Dani aparece por detrás de Alicia con una sonrisa en la cara.
-Pues venga, todos a mi cuarto.

Alicia sonríe también, le emociona la ilusión de Laura. Hoy tienen la tarde libre de clases, por lo que es un día perfecto para ensayar. Entran los cuatro en el cuarto de Laura, puesto que Laumari también quería acompañarlos. Laura le entrega la partitura a Dani y este toca algunas notas de prueba. Suena fenomenal.
-Dani, ¿aparte de tocar la guitarra cantas?-pregunta Alicia.
-Bueno... no tan bien como tú-responde él.
Laumari y Laura se levantan a la vez y dicen al unísono:
-¿¡Que no tan bien como ella?!
-Vamos Dani, cantas fenomenal-termina diciendo Laura.
-Hey, si tan bien cantas, ¿por qué nunca te he escuchado?-pregunta Alicia confusa.
-Porque le da mucha vergüenza, casi nunca canta en público.-responde Laumari, que tiene la manía de responder por la gente.
-¿Podría escucharte? Por fa...-suplica Alicia.
Dani da un largo suspiro y asiente. Empieza a tocar unas notas en su guitarra que Alicia reconoce como This song is about you, de Olly Murs. No se puede creer que vaya a cantar esa canción, ya que es una de sus favoritas. Dani empieza a cantar y Alicia se queda boquiabierta, ya que su voz es impresionante. No se parece a ninguna que haya escuchado antes. Alicia cierra los ojos y se deja llevar por la música.

Cause I'm tired of the games
I won't lie, no I'm not ok,
You were wrong, you're to blame,
Now the world knows your name...”

En un momento de la canción, no sabe en cuál, Alicia comienza a cantar. Su voz y la de Dani se fusionan perfectamente. Laura y Laumari están muy emocionadas. Al final de la canción, a Laura se le escapa una lágrima. No lo puede creer, esos dos chicos la han hecho llorar, cosa que muy pocas veces hace.
Suenan las últimas notas de la canción y Alicia abre los ojos lentamente, como si se estuviera despertando. Dani también abre sus ojos, dado que los había cerrado al empezar a cantar. Los dos se miran impresionados, saben que ha sonado fantástico. No se esperaban que sus voces fueran a encajar tan bien. Dani busca la partitura de la canción de Alicia y busca también la letra, que está entre los papeles de Laura. Comienza a tocarla, y aunque no la ha tocado ni cantado antes, ocurre como con This song is about you, las voces se fusionan como si estuvieran predeterminadas a hacerlo. Y cuando cantan juntos, parece como si el mundo se parara solo para ellos. Parece como si sus voces estuvieran hechas para ser unidas. Cuando la canción termina, un silencio sepulcral inunda la estancia. Nadie dice nada, y tampoco es que haga falta.

19 jul 2013

3. Dani


Alicia y Laumari se han llevado toda la tarde hablando sobre mil temas, aunque el principal era One Direction. Resulta que Laumari tampoco ha tenido clases, porque también ha llegado hoy, aunque ella ya ha estado otros años en el internado, a diferencia de Alicia. Cuando el reloj da las nueve menos cuarto, Laumari le dice a Alicia que a las nueve dan la cena. Las dos bajan al comedor, mientras siguen hablando de sus cosas. Cuando llegan, cogen una bandeja y se sirven la comida. Hoy toca: “Hamburguesa con lechuga tomate y cebolla o sándwich mixto.” Las dos eligen la hamburguesa y se sientan al final de una de las tres grandes mesas que hay. Eso le recuerda a Alicia al comedor de Harry Potter. Laumari le explica a Alicia que ella aquí no tiene demasiados amigos, porque dicen que está loca. Además, que Laumari tenga mechas de colores (azul y rosa), no influye demasiado bien en sus relaciones sociales. Sin embargo, a Alicia le parece que le quedan muy bien, e incluso que le favorecen. Su sueño siempre ha sido ese, ponerse mechas, pero Ada nunca lo hubiera consentido. Alicia y Laumari siguen hablando cuando de repente una rodaja de tomate impacta en la cara de Alicia. Se vuelve justo para ver como un chico de su misma edad se sienta de nuevo en la mesa, intentando aparentar que nada ha pasado. Ni corta ni perezosa, Alicia abre su hamburguesa y elige un trozo de lechuga que sobresale por los lados del pan. Echa hacia atrás su mano y tira la lechuga, que cae sobre la cabeza del chico. Una chica que se sienta a su lado (su novia, adivina Alicia), coge un pan de su sándwich mixto y lo lanza, pero no alcanza a Alicia, si no que se esparce por la cara de un chico próximo a ella. Entonces se desata la locura. Empieza una guerra de comida, que bien podría llamarse la Tercera Guerra Mundial. Alicia pasa de ensuciarse demasiado y se mete debajo de la mesa, no sin antes observar a Laumari, que se lo está pasando de lo lindo tirando comida. Alicia gatea bajo la mesa, pero lo hace a ciegas, porque casi no se filtra luz del comedor. Cuando ya está llegando al final de la mesa, y después de varios pisotones, Alicia choca con algo duro. Levanta la vista del suelo y resulta que es la cabeza de un chico. Inmediatamente procede a disculparse:
-Huy, lo siento, de verdad. Es que esto está demasiado oscuro.-El chico la mira y Alicia cree ver una sonrisa.
-No pasa nada, también ha sido culpa mía. Por cierto soy Dani. ¿Tú eres Alicia?
-Sí, ¿cómo lo sabes?
-Bueno, corren rumores de que ha llegado una nueva chica al internado que se llama Alicia.
-Pues sí, soy nueva y me llamo Alicia.
-Por una vez los rumores son ciertos.-Dice Dani divertido.
-Sí, jaja, bueno, tengo que irme. Necesito salir de aquí, porque con la que se ha montado...

Dani asiente y deja paso a Alicia como puede. Alicia se interna por el pequeño hueco que queda y en el intento su mano roza la de Dani. Se pone colorada y avanza más rápido aún. Cuando consigue salir, sale del comedor y corre escaleras arriba, en dirección a su habitación. Al llegar, descubre que Laumari todavía sigue abajo. Decide tumbarse en su cama y poner música. Le da a aleatorio y la primera canción que sale es Just the way you are, de Bruno Mars. Esa canción le recuerda a Laumari. Antes, cuando ha hablado de que tenía pocos amigos, se le veía muy triste. Cierra los ojos y se olvida de todo. Se sabe la letra entera, le encanta la canción. Alicia comienza a cantar. Cuando la canción termina, abre los ojos y se encuentra a una sorprendida Laumari apoyada en la puerta. Alicia se queda extrañada y le pregunta:

-¿Qué pasa?
-Nada, no pasa nada. Solo que llego al cuarto y me encuentro con que cantas maravillosamente y no me habías dicho nada.-Dice Laumari tumbándose en su cama.
-A mí no me parece para tanto.-Le contesta ella despreocupada, a la vez que se encoge de hombros.
-¿Que no? Pues que sepas que cantas perfectamente. Tienes una voz superdulce, y además no se parece a la de otras artistas.
-¿Por qué te has quedado tanto tiempo allí abajo? Con la que había formada...-Cambia de tema rápidamente Alicia. Ya le han dicho varias personas que canta bien, pero a ella no le gusta su voz. Además una vez intentó unirse a una banda y la rechazaron. Y como ella no sabe tocar ningún instrumento, pues no puede hacer nada más.
-Jajaja...-ríe Laumari- Me he quedado porque así aprovecho y me ensaño con los que me caen mal. He repartido hamburguesas por doquier hasta que la cocinera se ha dado cuenta y he salido corriendo. De buena me he salvado... Si me hubieran pillado con las manos en la masa, me hubieran llevado al director. Menos mal que corro rápido que si no... ¿Y tú cómo has desaparecido?
-Me escondí debajo de la mesa y avancé hasta la salida. Y debajo de la mesa he conocido a un chico muy simpático, Dani se llama.
Laumari se queda pensativa un momento y dice:
-Dani... ¿Un chico castaño de ojos color miel? Que lleva el pelo así a lo Justin Bieber al principio de su carrera.
-¡Sí! ¿Lo conoces?
-¡Claro! Si es mi único amigo aquí. Qué casualidad de que os hayáis conocido chica, así no os tengo que presentar.

Las dos amigas ríen. En ese momento alguien llama a la puerta. Alicia va a abrir y se encuentra con Dani.

-Hola, ¿puedo pasar?
-Claro, claro. Pasa.
-Hola Dani,-dice Laumari- me parece que Ali y tú ya os conocéis, ¿no es así?
-Si, nos conocimos antes.
Alicia se sienta en la silla de la que dispone el cuarto (junto con un escritorio). Dani la observa. Es una chica pelirroja, pero no de un rojo anaranjado, como suele ser el pelo pelirrojo, sino de un rojo fuerte, que parece teñido. Unos ojos verdes, a diferencia de su hermana que los tiene oscuros, y una tez pálida, propia de los pelirrojos. Dani piensa que es muy guapa. Reacciona, ya que se ha dado cuenta de que se ha quedado mirándola fijamente y le pregunta:
-¿Eres pelirroja natural? Lo digo porque el rojo de tu pelo parece artificial, como si te lo hubieras teñido.
Alicia se ríe y le responde:
-Sí, lo soy. Siempre que conozco a gente nueva me lo pregunta.
Los dos se sonríen. Laumari siente que ahora mismo sobre en esa escena. Por eso intenta integrarse en la conversación:
-Alicia, ¿sabes que Dani toca la guitarra? ¿No dices que necesitabas a alguien que la tocara? Pues aquí lo tienes.
-¿Y para qué me necesitas?-Pregunta Dani intrigado.
-Bueno... La verdad es que se me da bien cantar, pero no se tocar ningún instrumento. Compongo canciones, es decir, las letras, porque la música no sé escribirla.
Laumari se interna otra vez en la conversación:
-Bueno, a eso os puede ayudar mi tocaya Laura, que es mi otra única amiga del internado. A ella le encanta componer. Te la puedo presentar, por que Dani, obviamente ya la conoce, y si me das una de tus letras a lo mejor le puede poner la música. ¿Qué te parece?

Como respuesta, Alicia rebusca en su maleta y saca una carpeta llena de papeles. Se la entrega a Laumari y sonríe emocionada. Por fin parece que va a poder cumplir su sueño...